En un mundo donde el acceso a la educación es un derecho universal, existen historias como la de Armando, un niño de 9 años que vive en el centro poblado de Huacrachiro, en la región de Loreto, Perú.
Armando asiste al colegio descalzo y con ropa segunda mano, pero su entusiasmo por el retorno a clases no se ve afectado por las carencias. En este artículo, conoceremos la historia de Armando y su familia, y cómo están superando la difícil situación económica en la que se encuentran.
La familia de Armando
Armando vive con su mamá Clara Sandoval, su papá Armando Ocumbe y sus cuatro hermanos. La familia vive en una situación de pobreza extrema en el centro poblado de Huacrachiro, en la provincia de Requena.
A pesar de la difícil situación económica, la familia demuestra un gran compromiso con la educación de sus hijos. Armando es un niño con discapacidad y dificultad para hablar, pero su entusiasmo por el colegio es evidente. A pesar de no tener uniforme, zapatos ni útiles escolares, Armando asiste a clases con la misma emoción que cualquier otro niño.
La situación en el colegio
Armando asiste al cuarto grado de primaria, y en su salón de clases de 25 estudiantes, solo cuatro tienen uniforme y zapatos. La mayoría de los niños asisten con la ropa y el calzado que poseen, y algunos, como Armando, van descalzos.
A pesar de esto, los niños sueñan con tener un uniforme nuevo y útiles escolares para poder desempeñarse de manera óptima en el colegio.
La noticia de la situación de Armando se dio a conocer inicialmente por Jorge Alvarado, presidente y fundador de Casa de la solidaridad, una entidad sin fines de lucro que trata de apoyar a personas damnificadas en Iquitos – Perú.
Superando la precariedad
A pesar de la difícil situación económica de la familia, ellos han encontrado la manera de superar las carencias. A través del apoyo de la comunidad, la familia ha recibido donaciones de ropa, zapatos y útiles escolares.
Además, la mamá de Armando trabaja en la agricultura y la pesca, y su papá es pescador, lo que les permite tener una fuente de ingresos para poder sostener a la familia. A pesar de las dificultades, la familia de Armando demuestra un gran amor y compromiso por su educación y bienestar.
La comunidad ha demostrado su apoyo y solidaridad, lo que ha permitido que la familia supere las dificultades y siga adelante. Es importante no olvidar que la educación es un derecho universal, y que todos los niños, sin importar su situación económica, tienen derecho a una educación de calidad.