El 2020 se ha convertido en un año de retos, así lo han visto las distintas naciones que han estado luchando con evitar la expansión del Covid-19 o Coronavirus, y de crear una vacuna que pueda erradicar por completo esta enfermedad. Pero cuando nos encontramos en el quinto mes del año Corea del Sur se ve sumergida en otro desafío: controlar las emisiones de gases con efecto invernadero. Y es que, Corea del Sur quiere dejar de ser el séptimo país más contaminante del mundo para ser un país con una emisión de 0 ¿Será posible?
Cuándo Moon Jae-in asumió la presidencia en 2017 sabía que tendría que enfrentarse a muchos desafíos para darles a sus ciudadanos un mejor país, mucho más avanzado y desarrollado. Sin embargo, nadie podría prepararlo para lo que el 2020 le tenía en frente. La pandemia conocida como Coronavirus buscó a toda costa, convertirse en una gran amenaza. Sin embargo, la gestión de Moon Jae-in fue absolutamente ejemplar, pues en cuestión de semana se libró de este problema por completo.
Su país demostró que tenía la grandeza necesaria para lograr lo que sea, y esto sin duda elevó el espíritu de sus ciudadanos. Es por eso que Moon Jae-in decidió llevar las cosas a un nuevo nivel, prometiendo que lograría que Corea del Sur, país que se encuentra en el puesto número siete de los países con mayor producción de gases contaminantes, pase a ser ahora un país con un índice de contaminación de 0.
¿Cómo espera lograr esto? Poniéndole fin a la financiación de proyectos relacionados con el carbón. La intención es frenar las empresas nacionales y los extranjeros. Esta propuesta también establece un nuevo programa para reentrenar a los trabajadores para que opten por empleos verdes y realizar inversiones a gran escala en energía eólica y solar. El plan también se compromete a investigar y considerar un impuesto al uso y emisión del carbono.
Y es que Corea del Sur ha visto un incremento en la emisión de gases con efecto invernadero desde 1990 en un 169% y el consumo de electricidad ha subido un 450% desde entonces. Esto ha hecho que sea un verdadero desafío para cualquiera, controlar y erradicar la contaminación en este país.
Pero el presidente Moon Jae-in está claro de todas las complicaciones que esto puede generar, sin embargo tiene la vista puesta adelante. Y aunque hay quienes dudan de sus capacidades, los activistas ecológicos creen que aún le falta ambición, pero lo apoyan enormemente.